Rolando Salazar, el novio del cine gay
((Parte I))
Autoretrato: Rolando Salazar |
Rolando habla con soltura y comparte todo lo que cualquier curioso desearía conocer de Outfest.
Aquí la entrevista:
Hola, Rolando, cuéntanos ¿qué es Outfest?
Outfest Perú es el festival internacional de cine gay, lésbico, trans, bi en Lima.
Miguel
Ángel: Y ¿cómo se inició todo esto?
Rolando: El
festival lo inicié yo. Lo comenzamos a trabajar desde el 2003, pero lo
iniciamos en el 2004. Pero esto ya venía de experiencias anteriores junto a
unos amigos: los Cantares: Alejandro Merino y Carlos Cosme. Ellos hacían
“Encuentros con el Arte”. Con varios amigos más hacíamos eso.
Miguel
Ángel: ¿De qué trataba es movida inicial?
Rolando:
“Encuentros con el Arte” era una actividad anual donde se presentaba teatro,
danza, cine, pintura y fotografía. Incluso había concurso de literatura y todo
giraba alrededor de la temática LGTB.
Miguel
Ángel: Y ¿hace cuánto tiempo de ello?
Rolando:
Encuentros con el Arte comenzó en el 99, en el “Edonis” que era un bar que
quedaba en Lince y – ¡claro!- con la colaboración del dueño, Pedro. Ahí
comenzamos. Lo hicimos anualmente, más o menos en el 2008, 2007. - me parece.
Pero ahí yo no tenía a cargo el área de cine. Era otra persona. Pero a los dos
años yo ya llegué a hacerme cargo de los equipos, pero no más. Y luego de dos
años yo me encargué del área de cine y ahí fue donde me doy cuenta que entre
las varias actividades que hacíamos, el cine era una de las que más jalaba por
eso ya en el 2003 decido que lo mejor sería hacer una cosa independiente. Sería
el Oufest que iniciamos en el 2004.
Miguel
Ángel: Y ¿cómo fue la preparación del primer Outfest?
Rolando:
El primer festival surgió básicamente porque yo como cinéfilo -porque no me
creo un crítico de cine ni nada- junto a unos amigos teníamos ese ímpetu de ver
películas de temática. En esa época era más difícil encontrarlas que ahora.
Ahora películas piratas encuentras de todo, pero en esos años era mucho más
difícil y había películas que eran
maravillosas. Las veías y te ponías a llorar. Te emocionabas o salías
así con ganas de ir a gritar a la calle. Fue un poco por eso; porque creíamos
que el cine era una forma de llegar a la gente y visibilizar el tema. Más allá
del típico activismo.
A
mí me parece bien el típico activismo, no estoy absolutamente nada en contra
del activismo en que hay que hacer plantones, dar la cara y luchar. Me parece
totalmente válido, pero hay gente a la que lamentablemente no la puedes
convencer así, entonces tenemos que convencerla de otro modo. Y
también para contrabandear y meter el tema en espacios fuera del típico gueto.
Fuera de las discos, fuera de los bares o de la calle, sino a través de los
centros culturales. Como
festival de cine teníamos esa alternativa y lo trabajamos así. Era una forma de
hacer activismo cultural y comenzamos –obviamente- muy informalmente. Las películas
nos las conseguíamos de aquí y allá; y las exhibíamos y todo eso, pero, fue
todo un proceso porque conseguir salas por ejemplo fue un poco complicado.
Empezamos,
me acuerdo, en el Cine Arte de San
Marcos, en jirón Lampa. Es una muy bonita sala y creo que solamente eran dos
salas. ¡Si pues!, solo en el primer Outfest fue solamente dos salas. El año
siguiente recién entramos al Centro Cultural de España. Pero
sí, ha sido un poco difícil y un poco informal pero siempre con una premisa, de
llegar a ocupar otros espacios y llegar a convencer a gente que quizás otros no
convencían. Quizá no tan racional como podía ser ese tipo de activismo duro
sino más emocional. O sea, hay que emocionar a la gente para ver si así salen
del clóset.
Miguel
Ángel: ¿Cuál es el mensaje que quiere transmitir el Outfest?
Rolando:
La verdad hay una razón muy personal. A
mí me da harta cólera, en verdad. Puro coraje. A mí me da bastante cólera la
gente que está en el clóset y que se pone a “rajar” de los que están en la
calle visibilizándose. Y eso que yo más o menos he salido pero tengo amigos que
están más en la palestra y salen y se visibilizan pero me da coraje cuando
empiezan a criticarlos desde la comodidad de lo virtual, desde el chat o desde
el Facebook; entonces yo pienso que quizá un festival de cine o ver una película de temática no sea lo más
transgresor del mundo pero es una buena forma de comenzar y de quizá animar a
mucha gente que está en el clóset; porque hay mucha gente que está en clóset y
va al festival para ver si se identifican con la historia o si quizá conoce a
alguien de la butaca de al lado pero como sea, es una manera de empujarlos. Y
de hecho cuando hacemos la selección de películas ese es un criterio. Porque se
puede elegir. Nos llegan varias cosas para exhibir pero uno impone el criterio.
Y generalmente el criterio de selección de películas en el Outfest es que tienen
que ser una producción que te “empodere” o que te haga “salir” o que te haga “reflexionar”,
pero no una película que digan: - “¡Ay qué fatalidad ser gay o lesbiana!¡Ay no
sirve ser gay en este mundo”. Porque hay producciones así, pero la idea es que
tú salgas diciendo: “¡pucha, qué difícil es ser así pero algo tengo que hacer!”.El
asunto es que no te quedes sentado en tu butaca y que no haya tenido ningún
efecto en ti la película. Corto, documental o largo tiene que tener un efecto
en ti. Tienes que salir de sala de cine y decir que tienes que hacer “algo” en
ese momento.Y
a nosotros nos gusta porque recuerdo una vez en CineArte, llegaban chicos con
su mamá para que vean la película entonces ya era, para nosotros, bacán.Lo
otro que sí se veía era gente que que ahorita
son activistas. Comenzaron siendo espectadores en el Outfest, gente que ahora
ya son conocidos Verónica [Ferari], Gio [Infante]. Yo los conocí a ellos niños
prácticamente, porque ellos comenzaron a ir y luego ya han sido activistas.Entonces,
eso es lo que me gusta, que para algunas personas el Outfest sirvió para
empujarlos a hacer cosas más empoderadas. Luchar más por los derechos.
Miguel
Ángel: ¿Qué piensas del cine en general?
Rolando:
El cine es un buen arte de entretenimiento, pero también en la medida en que tú seas más acucioso o
fanático del cine, hasta podrías ser psiquiatra; porque el cine, con las
distintas historias que que se ven, tú podrías verte reflejado. En algunos
casos hasta sentirte identificado con el personaje o la historia y cuestionarte
a ti mismo.
Miguel
Ángel: ¿Y qué es lo que piensas del cine TLGB en
particular?
Rolando:
Había gente que por ejemplo me preguntaba: “¿Existe el cine gay?”. Yo no creo
que exista un cine gay como género. Hay películas de temática, sí. Obviamente
hay de todo. Hay películas que son en clave artística. Otras, puro y banal
entretenimiento. Yo no hablaría de un cine gay; diría más bien, que las
películas de temática nos ayudan -y ayudan bastante- en el sentido de que nos
permite visibilizar el tema. En términos generales, nos permite visibilizar el
tema no solo para los que son gays, sino incluso para los que no lo son.
Por
otro lado, en algunos casos, te permite empoderar a los que quizás ya están. Ya
se asumieron pero quieren ver si se puede o no hacer algo. Si les muestras
historias así de gente valiente que sale a luchar por lo suyo. Ese tipo de
historias los va a animar en efecto a salir e incluso a participar activamente en
la lucha de los derechos.Y
en los otros casos para reconocerse y cuestionarse todo el tiempo porque
tampoco se trata de ser gay y ya: ¡Oh qué felicidad! Todo el tiempo cuestionar
o asumirte y defender tu propia historia personal. Creo que también sería otra…
o algo que lograría también el festival de cine.
Miguel Ángel:
Rolando, tú has puesto mucho énfasis en: “el Outfest está relacionado a una
comunidad específica”, la población TLGB pero, ¿y qué relación encuentras entre el
Outfest y la población no homosexual o no TLGB: los "héteros".
Rolando:
El Outfest tiene bastante relación con
gremios cinéfilos. Nos conocen bastante. Les parece un poco atrevido pero a la
vez asumen que está bien que se haga un festival temático. También a nivel de centros
culturales o de gestores culturales nos conocen. Por ese lado estamos bien
afiatados o reconocidos. Como
que ya después de tantos años tenemos nuestro espacio, nuestro lugar. Espero que
a nivel mediático, salvo uno que otro año que no ha habido mucho rebote, pero creo
que no creo que la gente pueda ver con miedo lo que hacemos. Quizá verán con
curiosidad un festival de esta naturaleza. No creo, sobre todo ahora, que ya
pasaron bastantes años que les parezca algo amenazador ni nada. También
acude gente “hétero”, sobre todo cuando es en el centro cultural de España que
obviamente no es un lugar específico. Acuden, señoras y señores o estudiantes.
Bastante gente de ese tipo va a ver las películas. Quizá más en afán de
curiosidad. Pero ¡genial! que vaya gente por curiosidad y aprenda y conozca. No
le veo ningún problema a eso y mejor todavía.
Miguel Ángel:
Rolando, y ¿con qué recursos se sostiene Outfest? ¿Qué necesitan para que
exista cada año? ¿Están financiados por la cooperación? ¿Son fondos propios?
Cuéntanos un poco de ellos.
Rolando:
Al inicio, como te dije, empezamos bien informal y solamente pasábamos
largometrajes pero si tú revisabas o veías por Internet, existían cortos y
documentales que no llegaban. Entonces la única manera era hablar con
festivales que ya existían. Por eso me contacté con el festival de Madrid para
ver si nos podían facilitar otros materiales. No nos contestaron sino hasta dos
años después –recuerdo- y recién en el 2006 comenzamos, gracias al apoyo del
Festival de Madrid, a programar documentales y cortos aparte de largometrajes.
Y ahorita esa es una de las fuentes principales. Más de la mitad de la
programación del Outfest es gracias al festival de Madrid. Claro que nosotros
tenemos que hacer toda la chamba de escribir a los directores o productores,
solicitar los permisos porque todo obedece a su respectiva formalidad. Entonces
todo lo hacemos gracias al festival de Madrid. También
esta relación ha hecho que nos formalicemos en el sentido de que ya no podemos
pasar cualquier largometraje, solo los que están autorizados. Entonces quizás
encuentres en pirata algunas películas y algunas muy buenas, pero así
quisiéramos nosotros no podríamos pasarlas porque no tenemos la autorización.
Ahora solo exhibimos aquellas en cual contamos con autorización y que estén en
circulación porque normalmente para lo que son festivales de cine LGTB hay
grupos de películas que están en circulación. Por decir: exhiben, exhiben, exhiben
y, el problema con los largometrajes, sobre todo en un festival en América
Latina, es que te cobran por pasada. En cambio
los cortos y documentales no. No es tanto el problema. Generalmente lo
que ellos quieren es que se vea, pero en largometrajes sí y el costo suele ser
entre 600 y 1000 Euros por pasada. Cada vez que se pasa te cobran, entonces no
podemos programar tantas fechas sino una nada más.
Miguel Ángel:
¿Qué dificultades plantea este costo?, digamos en la posibilidad de que el
Outfest sea más largo. No se…
Rolando:
Si tú vieras los folletos de programación verías que en los primeros días programábamos
más largometrajes en cambio últimamente es cada vez menos largometrajes. Y esto
debido a eso justamente. Pasar largometrajes es mucho más costoso. Uno que otro
año nos ha apoyado el festival de Madrid. Ellos gestionaban el permiso y nosotros
nada más lo pasábamos, pero ahora con la crisis que hay en Europa ya no se
puede entonces nosotros mismos tenemos que costear eso. Por
decir, tenemos la sala del teatro Julieta, se cobra entrada pero ese ingreso es
básicamente para pagar todo lo que son los permisos. Ahora ¿qué otra? ¿Cómo se
sostiene...? Bueno, la taquilla de Julieta sería uno que es justo donde ponemos
largometrajes porque las otras salas es ingreso libre. Lo otro sería algo de
merchandising pero en verdad no es muy relevante a nivel de ingreso y buscar sponsors
en gobiernos locales, en ONGs o instituciones que a veces nos ayudan con
impresiones. Todo eso o una mezcla de todo eso.No
te diría que es rentable. Generalmente se llega a cubrir y con eso es
suficiente; incluso para dar algo de viáticos a los voluntarios, para cubrir
los impresos o algo de merchandising pero sí es un chambón porque si yo pidiera
una remuneración por todo porque -te digo- los dos meses previos al Oufest es
full chamba: gestionar permisos, hacer las copias, pedir las copias, mandar por
correo que te envíen desde el otro lado del mundo. Es todo un chambón y eso no
se cuantifica necesariamente en el ingreso porque si no ya tendría pérdida. Es
toda una labor pero yo soy cinéfilo y me gusta hacerlo.Si
pensamos en términos de si gano o no dinero quizás no lo haría, pero siento que
si bien al inicio dije será una actividad más, siento que cada vez se hace más
y más grande y ya lo asumes como que es tu responsabilidad indesligable. O sea,
no puedes dejar de hacerlo, porque ha habido ocasiones: como en “Encuentros con
el Arte”, que ya no hay, porque ya no hay fondos. Era difícil conseguir fondos
y ya se llegó a hacer. Yo puedo también ponerme en esa disyuntiva y decir: “ya,
en este año ya no hay outfest” pero no. Lo hemos seguido haciendo contra viento
y marea estando a las justas, pero se ha seguido haciendo el festival.
Miguel Ángel:
¿Cuánta gente trabaja para tener una vez más Outfest?
Rolando:
Durante el mismo festival debemos ser alrededor de 10 ó 12 personas. Como
hormiguitas nos movemos de aquí para allá. En
las tres semanas previas o cuatro semanas previas, mínimo 3 ó 4. Entre lo que
es toda la chamba de hacer las copias,
que es bien demorón, armar las sesiones y el diseño y la fotografía. Incluso si
hablamos del diseño sería más gente, en verdad seríamos 6 porque eso lo diseña
otra persona no lo hacemos nosotros. En verdad sería alrededor de 6 personas
durante las 2 ó 3 semanas o 4 semanas previas al festival y antes de eso ya seríamos
básicamente dos. 2 Meses antes seríamos dos así a full.
Miguel Ángel:
¿Cuánto estimas que cuesta hacer un Outfest cada año?
Afiche oficial Outfestperú 2013 |
Miguel Ángel: ¿Y cuánta gente se ha movilizado en el Outfest? ¿Ustedes han logrado hacer esa contabilidad? ¿Ese conteo? ¿El último Outfest por ejemplo?
Rolando: Hacemos estimados, en verdad una cuestión bien exacta no, pero por ejemplo en el Centro Cultural de España, el promedio debe ser unas dos mil personas.
Miguel Ángel: En los diez días…
Rolando: En los… No. El Centro Cultural de España son ocho días, más o menos. Y en Julieta el año pasado en seis fechas alrededor de mil. O sea el año pasado debe haber sido alrededor de tres mil personas que han asistido. Más o menos mil en Julieta y más o menos dos mil en el Centro Cultural de España. Julieta es más grande y pese a que se paga el año pasado fue un poco mas de gente ahí.
Miguel Ángel: Pero en este año…
Rolando:
Claro, este año, pero igual me gustaría
que fuese un poco más de gente. Por ejemplo en Julieta porque su sala es bien
grande y ahí podría en verdad ir más, más gente. El centro cultural de España si
llega a llenar digamos el setenta u ochenta por ciento. Ahí sí, ya tiene un
público cautivo.
Miguel
Ángel: ¿Qué proyecciones tiene Outfest ahora?
Rolando:
La meta es que -o lo que siempre se ha
querido pero igual siempre es difícil- hacer réplicas de las muestras en otras
ciudades. Bueno, en Iquitos si se ha logrado felizmente.
Para
hacer esto necesitamos que haya aliados locales. Un grupo local que pueda hacer
digamos de vínculo que dialogue con las
autoridades para poder conseguir también un centro cultural allá porque lo
ideal es que el Outfest sea en centros culturales, no en lugares de ambiente. Entonces,
siempre será bueno una contraparte local y si es fuerte mejor.En
Iquitos el CHER que es un grupo local de allá, es bastante fuerte, tiene muchos
aliados y eso nos ha ayudado bastante. Por eso ya hemos hecho dos ediciones
allá. Se supone que iba a haber también en Tarapoto pero este al final parece
que ya no va a ser posible. Pero igual siempre estamos tratando de ver varias
ciudades y lo primero es hablar con el aliado local a ver qué tanto puede
hacer. Depende de eso. Nosotros solos posiblemente no porque no conocemos a
nadie, a ninguna autoridad local. Primero tenemos que asegurarnos un aliado
local que tenga un nivel de diálogo o empoderamiento suficiente y ahí recién
podremos llegar.
Miguel Ángel:
¿Quiénes reconoces tú como tus principales aliados para que cada vez el Outfest
siga llevándose a cabo?
Rolando:
Bueno, de ley, el Centro Cultural de España. Siempre nos han apoyado. Nos ha
dado facilidades. No solo de espacio sino conectando con otra gente también. El
MHOL siempre nos ha apoyado desde un inicio. Más que aliados son amigos creo. La
gente de PROMSEX también nos ha ayudado
bastante. Y en los últimos años IMPACTA. Digamos que etas cuatro instituciones
son las principales fuentes de apoyo en los últimos años. Pero igual ha habido en
los últimos años varias ONGs más: Flora Tristán, INPARES, Vía Libre. Aparte de
algunos negocios locales. Pero a nivel de ONGs si han sido varias las que nos
han apoyado y obviamente de fuera sería: Fundación Triángulo que es la que
organiza el Festival de Cine Gay de Madrid. Ellos también nos han apoyado
bastante enviándonos material y cuando han tenido proyecto con PROMSEX incluso
nos han podido ayudar económicamente para algunas cosas.
Miguel Ángel:
¿Y cuáles son las principales dificultades para montar Outfest?
Rolando:
Para empezar siempre es el económico, porque deberíamos, si quisiéramos ser
como otros festivales, tener presupuesto para invitar a un director o actor protagonista
de películas que se exhiben. Eso nos falta, por ejemplo. De ahí tener premios
más grandes para las películas. Si es un festival deberíamos tener un
presupuesto más grande de tal manera que si hay una película ganadora de
la edición se le debería dar un
premio. Este año por ejemplo tenemos dos premios: “favorita del público”; y va
a haber una para producción nacional, porque este año va a haber bastante
producción nacional. Pero lo ideal es que sean montos más grandes o que incluso
haya más premios. Eso supongo que con el tiempo se puede lograr.
Y
otro problema son las salas. Si bien es cierto que tenemos el Centro Cultural
de España, nos gustaría tener más salas o centros más grandes donde podamos
exhibir o incluso en circuito comercial pero siempre nos han cerrado las
puertas. Hemos averiguado. Hemos pedido cotización y cuando decíamos: “ya,
vamos a alquilar…”, nos decían: “ah…, tengo el horario de diez de la mañana y
tienes que pagarme las trescientas butacas”. O sea, ¿quién va a ir a las diez
de la mañana? y encima yo no sé si les voy a llenar las trescientas butacas. Entonces
ahí aparecía de alguna manera un poco sutil de chotearte o de discriminar. Pero si nos ha pasado. Hemos intentado
en el cine comercial pero siempre nos han choteado. Eso fue en el Cineplanet y en
el Pacífico, Cinerama, ¿creo que es?, algo así, si…
Miguel Ángel:
¿Reconoces que ha habido discriminación?
Rolando:
¡Pero sutil!
Miguel Ángel:
¿Por la temática?
Rolando:
Por la temática. Porque yo iba y decía -de arranque-, de qué trataba el asunto
¿no? no podía decirles…, o no podía decir otra cosa y al final decirles: “oye,
no…”. De arranque yo tenía que agarrar y decirles: “es de cine gay y bla bla
bla…”.
Miguel Ángel:
Bueno, porque no era solo una gran negación frente a los festivales de cine,
sino específicamente al tema.
Rolando: Yo imagino que sí. Porque al final con las condiciones que me daban prácticamente era como… Por ejemplo: ¿cómo para los festivales de la Católica les dan horario de ocho de la noche en el Cineplanet y a mí me van a decir que solo hay diez de la mañana cuando se alquila. No tiene coherencia. Ya parece un mensaje obvio el que te dan ahí.
Miguel Ángel: OK. Me gustaría poder hablar contigo también sobre producción nacional. ¿Qué piensas tú sobre la producción nacional en materia de cine con temática TLGB?
Rolando:
Mira, comparado con otros países estamos bastante atrás. No hay casi nada. Pero
eso es casi norma en América Latina, salvo Argentina y México que producen
harto. México
produce bastante y de muy buena calidad pero acá en Perú casi siempre es muy
amateur o muy artesanal lo que nos ha llegado en años anteriores. Este año ha
mejorado algo. Quizá las historias son un poco predecibles, pero si hay cosas
buenas. Yo
pienso que quizás habría que incentivar o a lo mejor hacer un concurso, como se
llegó a pensar en algún momento, entre los estudiantes de audiovisuales o comunicaciones
sobre historias que visibilicen más el tema o que lo aborden de una manera creativa
porque a veces es muy estereotipado y dan muchas ganas de decir: “eso no va…”. Pero
en la mayoría de los casos, lo que nos ha llegado de producción nacional lo
hemos recibido porque creemos que debería exhibirse para incentivar. Aunque se
diga: “pucha… qué mal hecho está… hasta yo hago las cosas mejor”. Aunque sea
para eso. El asunto es que haya más producción nacional. Menos
mal este año ha llegado un buen número y algunos de buena factura. No son
amateurs como ha pasado en anteriores ediciones y ojalá sea un indicio de que
van a venir en los siguientes años mejores y más cantidad de producciones
nacionales, que sería bueno.
Miguel Ángel:
¡Nada crítico, Ja! (Risas) Bueno, ¿cuáles son las principales películas
nacionales para este año?
Rolando: ¡Las principales! Bueno, vamos a exhibir por ejemplo “Loxoro” que pasaron en un canal de cable, en TNT. Ya nos autorizaron. También vamos a exhibir “TransLatina” de Felipe DeGregori. Hay un largometraje, bueno es un largometraje español pero ahí está un actor peruano: Christian Esquivel. También se va a exhibir ese largometraje y aparte de los seis cortos que han llegado para, para este año. Todos de estudiantes, pero son bastante buenos.Debe haber dos, mínimo. Dos que no recuerdo el título ahorita -o muy vagamente- que están muy bien hechos e incluso hay uno que es de chicas y te engancha la historia, cosa que no me pasaba con alguna producción nacional. O sea, es un corto cuya historia te engancha. Sí, está bien hecho.
Miguel Ángel: De toda esta producción ¿cuál es el porcentaje de producción sobre temática Transgénero que tú percibes?
Rolando:
Mmmmmm
Miguel Ángel:
¿Es mayor, por el estereotipo? ¿Es menor? ¿Qué piensas tú?
Rolando:
Bueno, “TransLatina” es un documental y ahí hay bastantes cosas Trans
obviamente. En cortos, no ha llegado. ¡Oh!, salvo el de trans masculino que es
una performance que hacen algunas chicas del MHOL, pero fuera de eso no ha
habido más historias.
El
año pasado no han llegado cosas de trans y generalmente era lo que más había. Salvo
este año. Todo lo nacional que nos llegaba en años anteriores, casi todos era
trans. Con eso ya te estoy respondiendo.
Miguel Ángel:
¿Y por qué crees tú que se daba esto? ¿Qué piensas tú?
Rolando:
Usualmente las trans son más valientes y quizás porque a nivel de historia o
como producción o videoarte, porque también en algunos casos ha sido
videoartes, lo trans funcionaba mejor, supongo. Sí, han sido varias trans, en
efecto.
Miguel Ángel:
¿Cuáles son las películas que tú consideras las más importantes sobre temática
Trans en el Perú?
Rolando:
Mmmmm ¿de producción nacional? Mira, no he tenido la oportunidad de ver
completamente “TransLatina” aunque me han dicho que es bastante buena. No es
específicamente sobre Perú, entiendo que es sobre varios países. He visto “El
Pecado”, no sé si habría otra mejor. En términos generales, quizá “Loxoro”
sería la mejor hecha a nivel de producción. La verdad no recuerdo muchos
títulos porque los trans a pesar de que siempre nos han llegado en años
anteriores, casi siempre son en videoartes, entonces no sé, es difícil comparar un videoarte con un corto,
o un largometraje o un documental, porque tiene otra manera de contar la
historia.
Miguel Ángel:
¿Cómo es un videoarte? ¿Qué estructura tiene?
Rolando:
Generalmente suele ser un monólogo o una voz en off y el personaje mirándose al
espejo o haciendo algo, pero el personaje prácticamente nunca habla en el
videoarte. Digamos, el personaje actúa o representa lo que alguien declama o
habla como voz en off. Casi siempre los videoartes han sido así. Es como si
hiciese una performance. Es que en verdad está pensado para hacer este performances
en centros culturales. El videoarte sería algo, como una representación en
video de esa performance.
Miguel Ángel:
¿Y hay alguna que recomiendes en temática trans?
Rolando:
De esas que nos han llegado, quizás porque aparece más natural, una de Juan
Carlos Cajigas. Un chico: “Juka”; que claro, era videoarte. Incluso era una
mezcla de videoarte y corto porque eran escenas en la que él estaba caminando
por las calles de Huancayo, su ciudad y declamando, hablando. Me pareció mucho
más natural.
En
los otros quizás eran, para mi gusto, una apreciación demasiado subjetiva,
demasiado artístico. Muy rebuscado. En cambio la de Juka me parecía más
natural. Incluso los diálogos o las declamaciones no eran tan rebuscadas, para
mi gusto. Esta ya es una cuestión bien subjetiva.
Miguel Ángel:
Claro, está bien. Y tú qué piensas, ¿cuál es el destino inmediato en relación a
la producción de temática trans? ¿Crees que va a seguir, se va a incrementar,
está en caída?
Rolando:
Debería incrementarse, porque hasta yo conozco a mucha gente trans y suelen ser
muy divertidos. Muy corajudos y creo que debería haber historias que reflejen
eso. No las hay. Pues he visto producciones de afuera que reflejan eso, pero no
he visto producciones nacionales que reflejen eso.
En
“Loxoro”si ves algo de eso, pero debía haber más historias de gente o de
estudiantes que tengan amistades trans que puedan reflejar eso, porque los
trans si tienen bastante y muy buenas historias que contar. Yo pienso que son
justo las trans quienes son la fuente más rica de historia para contar a nivel
audiovisual. Debe…debería poder aprovecharse. El asunto es quién se manda a
hacer esas historias. Ese sería el punto. Pero sí, a nivel de trans es más rico
incluso que gays o lesbianas en historias para contar.
Miguel Ángel:
¿Algún productor que tú reconozcas su trabajo así… por… por su compromiso para
tratar de visibilizar el tema en sus… en sus películas?
Rolando:
Eh, ¿nacional? Mmmm, bueno, no te daría un nombre específico. Generalmente han
producido una vez y ya no.
No
hay un Almodóvar. No hay. Todos, incluso cineastas conocidos, todos han sido de
una vez y ya. Quizás si salieran del clóset o hablaran más del tema, podría
decirse eso pero no. Trato de recordar y no se me viene ninguno a la mente.
Miguel Ángel:
Bueno, y ¿qué relación crees que existe entre el activismo político y Outfest?
Rolando:
Bueno, tampoco diría que es una simbiosis. El activismo podría subsistir aún
sin el Outfest. Más bien creo que el Outfest aporta un granito de arena en esta cuestión del activismo porque tampoco es
que salgamos a las calles y todo eso. Está pensado para centros culturales. Otro
tipo de público, pero es un buen referente. Yo pienso que el Outfest es un buen
referente incluso para los activistas porque ahí reflejas historias o luchas
paralelas porque cuando son historias de países latinoamericanos haces una
comparativa de cómo fue la lucha o la dificultad o te das cuenta ¡pucha! qué
jodida está la cosa acá por ejemplo y que tan difícil o fácil fue la lucha en
otros países. Creo que esa sería la relación. Nos permite contrastar o comparar
la historia de las luchas.
Miguel Ángel:
Creo que ya hemos llegado al final de la entrevista ¿quisieras decir algo para finalizar?
Rolando:
Bueno si, invitarlos a todos como siempre a… asistir a las funciones del Outfest,
pero sobre todo a los que todavía no se han decidido a salir del closet: ¡Qué
lo hagan de una vez!. Me da coraje la gente que… te juro, te juro… O sea, yo
pienso que mucho del Outfest es porque a mí me va dar rabia eso. Que…la gente
que está en el closet no tiene ningún derecho en absoluto -les cocería la boca,
incluso-, de criticar al que sale a marchar. Que no me vengan con que: “no voy
a la marcha porque van muchos maricones y no quiero que me confundan…”. Ya
pues, tú que eres tan machito y hétero y no sé cuánto e ingeniero anda para que
vean que también hay gente así y que es gay. Nada más. (Risas)
Miguel Ángel:
¿Cuándo comienza el Festival Outfest?
Rolando:
El 18 de junio. Sí, ya no falta nada…
Miguel Ángel:
Gracias Rolando
Rolando: Oye… muchas gracias Miguel Ángel.
Luego de esta entrevista me queda claro que Outfest es posible porque activistas como Rolando se compran el pleito y creen en la necesidad de seguir movilizando a la gente para que defienda sus derechos, su dignidad como gay, lesbiana, bi o trans.
Dermesto